Jordi Noguera, Pineda de Mar

Entrevistamos a Jordi Noguera, ex-presidente del Gremio de Empresarios de Hosteleria del Maresme y ciudadano de Pineda de Mar

Jordi, ¿en que playa estamos?

Esto es la playa de Pineda, un lugar que siempre ha sido nuestro punto de recreo durante los veranos. Las barcas son el ejemplo que Pineda proviene de tradición marinera, aunque ahora ya no se pesca de manera profesional; hoy estas barcas se utilizan solo para recreo, para hacer pequeñas capturas para el consumo personal. Pero a la Pineda de los inicios del siglo XIX habia bastantes pescadores dedicados a la pesca del palangre, de red, de nansa… que tenían sus casetas en el raval de mar, que es la parte más baja del pueblo. Aquí se dedicaban principalmente a la pesca de la sardina y de la anchoa y Pineda tenía dos saleros, que eran lugares donde se salaba y se conservaba el pescado para la exportación.

¿Queda alguna cosa visible de aquella época?

La verdad es que no, dado que con la evolución y el crecimiento turístico todos estos aspectos tradicionales de la vida marinera se fueron dejando de lado. Podemos decir que solo nos ha quedado el recuerdo.

¿Cómo fue este cambio?

Pineda tiene una tradición turística que arranca sobre todo a finales de los años cincuenta y sesenta como la mayor parte de los municipios turísticos de la costa catalana. Pero aquí no hubo un boom turístico que desbordara la población, sinó que de alguna manera hubo una evolución de los establimientos hoteleros, de los hostales y de los cámpings para ir acogiendo este turismo que iba llegando en el Maresme. A diferéncia de otros sitios del litoral catalán, el de aquí fue un crecimiento muy pausado, muy lento.

Mis padres estuvieron entre aquells pioneros que empezaron alquilando unos apartamentos que después transformaron en el hotel que he regentado yo durante más de trenta años.

¿Qué podemos hacer en Pineda?

Este siempre ha sido un pueblo muy orientado hacia la mar; la idea de sol y playa realmente ha sido el nuestro fuerte en detrimiento de parte de la montaña. De junio hasta septiembre hay una série de actividades que promueve el mismo ayuntamiento aquí abajo en mar -con las associaciones Pineda Turística y Pineda Animación- que son pádel surf, cayacs, windsurf… Por otro lado, también tenemos una base náutica donde se hacer cursillos de vela todos los veranos; y además estan los diferentes chiringuitos y algún restaurante que también dan soporte gastronómico en la playa.

Y también teneis oferta cultural…

Sí, aquí en Pineda tenemos la Fundación Tharrats d’Art Gràfic que está ubicada en la casa Can COmes y que recoge una muestra de arte gráfico del autor Joan Josep Tharrats que en su dia fue una persona muy vinculada en el municipio. Vale mucho la pena porque aparte de la obra de Tharrats, también hay otros autores como Miró, Tàpies, Cuixart, Brossa… En la fachada también hay unas letras que diseñó en su dia Xavier Mariscal que constrastan mucho sobre el edificio que acoge el museo, que es una antigua masía.

Háblame de la figuras tradicionales que tenéis en Pineda.

Aquí tenemos los gegants -Ermessenda y Guerau, nombres medievales que vienen dados del Vescomtat de Cabrera. que salen en la fiesta mayor y en las fiestas tradicionales. Y también tenemos la Colla dels Castellers de L’alt Maresme, los Maduixots, que engloba nuevos pueblos de esta parte del Maresme, uno de ellos el nuestro.

¿De la época marinera os ha quedado alguna receta?

Claro, hay un recetario que se llama La Cuina a Pineda que recoge algunas de estas recetas de mar y muntaña que nos han ido transmitiendo las abuelas. Tenemos que pensar que este también ha sido un pueblo con una gran tradición agrícola; aquí se hacian muy bien las patatas primerencas, las lechugas, y otras verduras que hoy todavía se encuentran en otros huertos del Maresme. Algunos platos son grandes clásicos, como la sépia hecha con albóndigas y guisantes; y también se describen otros muy tradicionales, como el asasdo de pollo, de conejo o hasta de pato.

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